Bajo el sello discográfico Egrem y producido por la reconocida musicóloga Élsida González Portal, ve la luz este 2019 Felicidades, Papá. Homenaje a Alberto Vera, un reconocimiento al creador en el aniversario 90 de su natalicio. En esta producción discográfica encontramos salsa, son, canción, bolero, rumba, influencias del jazz, balada y feeling, en fin, una rica amalgama musical. Y si se trata de un disco con la obra de Alberto Vera, imprescindible resulta entonces la voz de Omara Portuondo, sin dudas, la más grande representante de su música, una de las intérpretes que más le cantó y por tanto se gana por derecho propio el privilegio de dos temas: “Tocan a la puerta” y “Lo que me queda por vivir”, este último en su voz me atrevo a aseverar que es todo un clásico de la canción cubana. Magistrales también resultan las interpretaciones de Francisco Pancho Céspedes en “Pido permiso”, en ese tono intimista que solo él logra; Leo Vera en “La vida siempre es mucho más”; David Álvarez en “Para sentir amor” logra un trabajo vocal de excelencia, y Emilio Frías, El niño, en “Tropiezos”, se adueña del tema, muy a su estilo. Encontramos también a Waldo Mendoza junto a Arlenis Rodríguez en “Un encuentro”, tema que desde lo contemporáneo, recrea esa sonoridad de principios de la década del 80 que les recordará a los conocedores de la obra de Vera al dúo de Maggie y Luis, quienes también le cantaron.

Me cuenta mi amigo Giraldo que otro había sido el tema que él había pensado para Beatriz Márquez, pero ya en estudio, ésta apareció con un papel amarillento por los años y una canción escrita por puño y letra de su padre: “Igual que yo”. La musicalísima comenzó a cantar, y simplemente, hubo que cambiar la producción musical del disco. La entrega menos feliz resultó, a mi juicio, “Ponerse a pensar”, en la voz de Yulaisi Miranda, ganadora de la segunda temporada del programa de participación televisivo Sonando en Cuba, cantante de unas condiciones vocales excepcionales pero, para esta ocasión, no estuvo a la altura de los acontecimientos. No obstante, su inclusión en el disco marca esa cualidad de Vera, de apostar por los más jóvenes y desde el punto de vista cronológico le otorga al fonograma la variedad generacional de sus intérpretes. Sorprendentes resultan los temas con que abre y cierra el disco: “Como el día no está bueno”, versión salsera que interpreta el panameño Rubén Blades y “Hay cosas que son así”, una sabrosa rumba por Osaín del Monte con la peculiar «bomba» de Rubén Bulnes.

Qué decir de los arreglos musicales, una verdadera delicia, a cargo de Dayron Ortega y Yuseff Díaz, ellos hilvanaron musicalmente este fonograma, entendieron a la perfección cada idea planteada por Giraldo y juntos redescubrieron al compositor desde sonoridades contemporáneas.

Temas: Como el Día No Está Bueno para Morirse; Pido Permiso; Tocan a la Puerta; Tropiezos; Lo Que Me Queda por Vivir; Un Encuentro; La Vida Siempre Es Mucho Más; Para Sentir Amor; Igual Que Yo; Ponerse a Pensar; Hay Cosas Que Son Así